Una creciente corriente en el diseño arquitectónico apunta a revestir los edificios con piles vegetales en claro afán sustentable.
Incluso ciertas ciudades europeas promueven para futuro el uso de cubiertas verdes en la edificaciones urbanas.
No está demás, el compromiso actual por proteger el ambiente, exige medidas de índole radical.
Torre Swiss Re. Londres. Sir Norman Foster.
Saludos cordiales.
Sabemos que el 40% de la contaminación ambiental en el planeta procede de las edificaciones.
El uso de gigantes proporciones de energía eléctrica -- cuya extracción y traslado desperdicia el 90% del caudal inicial-- en fuerza, iluminación , acondicionamiento del aire y ventilación, provocan tan alarmante tasa de polución.
La preocupación crece y una de las salidas muy en boga es revestir los edificios con vegetación.
Claro que aparentemente "lo verde" es un noble objetivo, pero es importante cuestionar la solución.
No solamente se trata de ponerse en moda.
No solamente se trata de satisfacer la opinión pública.
No solamente se trata de usar tal o cual "término".
Si realmente se quisiera una intervención del tipo indicado, la superficie vegetal insertada debería ser capaz de transformar los gases contaminantes propios del edificio y de la energía eléctrica extraída para su normal funcionamiento.
Además debería asegurarse que tales gases pasaran por el filtro vegetal antes de ser evacuados.
Hablando de esa manera se podría ser sinceros en el uso de dichas pieles, que en la mayoría de casos no son mas que un cliché.
Kaoshiung Public Library. Taiwan. Mecanoo.
Atentamente
Erick Bojorque
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