Por: Erick Bojorque Pazmiño.
ABSTRACT
El presente ensayo consiste en la identificación, el
análisis y la valoración de los conceptos curatoriales de la exhibición de arte
internacional “The visitors, 2012”
del autor islandés Ragnar Kjartansson, obra expuesta en la “sala dedicada de
forma permanente al videoarte y a la imagen en movimiento: Film & Video” (3) del “Museo
Guggenheim Bilbao” (3) en Bilbao-España, entre los días 30 de mayo y el 2 de
noviembre de 2014. La investigación ha sido realizada a través de la Internet,
enfocada desde la óptica de “El complejo expositivo” de Tonny Bennet (4).
Museo
Guggenheim Bilbao
Arq. Frank Gehry
1997
DESCRIPCION
Ragnar Kjartansson
The Visitors,
2012
Nine channel HD video
projection
Duration: 64 minutes
© Ragnar Kjartansson.
Courtesy of the artist, Luhring Augustine, New York, and i8 Gallery, Reykjavik.
Photo: Elísabet Davids
(3)
Para la descripción de la obra nos remitiremos
directamente a la cartelera presentada en su portal web por el museo Guggenheim
Bilbao en el que se manifiesta que la obra es “una instalación multicanal con nueve
proyecciones, que documenta una acción musical en la granja Rokeby, una mansión
histórica en el Estado de Nueva York que el artista visita desde 2007. Para la
ejecución de esta obra, Ragnar Kjartansson invitó a un grupo de amigos, entre
los que había músicos de Reikiavik, su ciudad natal” (3)
Ragnar Kjartansson es
un autor que se “ha dedicado a explorar la música como un vehículo para
(re)interpretar los horizontes de sentido y conocimiento. Estudió Arte en la
Academia de Artes de Reikiavik, en Islandia, y en la Real Academia de
Estocolmo” (1)
“El título de la obra deriva del último álbum del
grupo musical Abba, la letra se basa en un poema escrito por Ásdís Sif
Gunnarsdóttir, y el arreglo musical es del artista y Davíð Þór Jónsson. En
todas las pantallas de la videoinstalación, excepto en una, se ve a un
participante diferente en distintas habitaciones o espacios de la mansión y
cada uno ha sido grabado de manera individual. A través de la agregación de
cada una estas actuaciones singulares se construye la performance y el conjunto
cobra sentido” (3)
Cabe indicar que debido a la
imposibilidad de acceder virtualmente a la exposición artística a través del
portal web del museo Guggenheim Bilbao hemos creído conveniente tomar las
imágenes de la misma exposición presentada en Milán-Italia en 2013 por HangarBicocca, un “espacio
dedicado a la producción, exhibición y promoción del arte contemporáneo” desde
2004 (2); cuyas instalaciones y locales son “inmensos y esenciales como suelen
ser las fábricas fordistas de la arquitectura industrial” (5)
que guardan similitud con el dispositivo de control “panóptico” de ver y ser
visto, que el Guggenheim también representa.
Ragnar Kjartansson, The Visitors, 2012, vista de
instalación en HangarBicocca, 2013. En colaboración con Sammlung Migros Museum,
Gegenwartskunst. Foto: Agostino Osio. Cortesía: Fondazione HangarBicocca,
Milán (2)
La obra en el museo
Guggenheim Bilbao ha sido curada por Andrea Lissoni y Heike
Munder, quienes en 2013 manifestaron que la obra “produce un efecto casi
hipnótico” (1)
Así mismo es importante indicar que no hemos logrado
encontrar el documento curatorial sino breves indicativos de su presencia que
tiende a ser subordinada al concepto del artista en toda su lógica de encierro,
de “tener el presentimiento que todo está a punto de cambiar” (1);
indicios que nos muestran la necesidad de entonar el poder coercitivo de las
sensaciones, de una “reflexión sobre el tema del poder y la persistencia de los
lazos afectivos, de la melancolía y el romanticismo típicos de la cultura
nórdica de la que proviene el artista. La música es un elemento
fundamental en toda su obra y, como dice el propio Kjartansson, es utilizada
como un elemento casi escultural” (5); que justamente proporcionan “el
contexto para la exhibición permanente del poder y el conocimiento”(4). El
texto curatorial sin estar presente en este ensayo queda completamente expuesto
y desenmascarado en la exposición misma, su conformación en un espacio
semi-industrial oscuro, negro, donde la persona visitante advierte la presencia
de “nueve pantallas a escala 1:1” (5) que emulan las habitaciones de la casa
Rokeby, cada una con música procedente de altoparlantes, que terminan
trasportándolo al sitio mismo, al instante mismo de creación.
No
hemos querido cambiar del lugar de exposición pues el museo Guggenheim como
cubo blanco institucional es el perfecto escenario de transmisión y divulgación
del poder, de la norma, por sobre la creatividad del artista serio, es la
máquina generadora global cuya misión es la civilización del arte en detrimento
directo de la verdadera esencia de la manifestación consciente de las obras
maestras por el valor de la producción y el intercambio económico.
DISCUSION
En Zoología del Museo, Santiago Rueda explica e indica que en “The
exhibitionary complex” Tony Bennet toma a Foucault en “Disciplina y Castigo”,
para demostrar que durante la primera mitad del Siglo XIX en Europa y
Norteamérica, simultáneamente al desarrollo de las tecnologías de coerción y
disciplina en las que se basaba el naciente sistema carcelario, ó archipiélago carcelario, se
desarrollaban instituciones y tecnologías más blandas que pretendían educar y
civilizar al ciudadano otorgándole el poder de participar en diferentes eventos
sociales, tanto públicos cómo privados. Al conjunto de instituciones, eventos y
disciplinas asociadas a estas nuevas prácticas sociales Bennet las ha agrupado
bajo el nombre El complejo Expositivo”
(6). “El Complejo Expositivo permitía
acceder a una visualidad aumentada para ejercer y autorregular el
comportamiento social. El Crystal Palace,
en 1851, es ejemplo de esa visualidad comunitaria vigilante” (6). “Arquitectónicamente
la ideología que ofrecía participación
a cambio de conocimiento desarrolló
edificios que como la Torre Eiffel” (6). “Bennet sitúa la formación de este Complejo expositivo en la primera mitad
del Siglo XIX, cuando se formaban los Estados-Nación influidos por la
Revolución Industrial, la Ilustración y la Revolución Francesa, cuando se
reestructuran las estructuras de poder que desplazan los discursos religiosos y
monárquicos a favor de las ideas de civilización, evolución y ciudadanía” (6)
Para Kjartansson la obra expuesta era una mera necesidad de realizar
“cualquier cosa” en la casa Rokeby, la cuál visitaba mucho tiempo antes. Su
idea terminó “encerrando” varios artistas músicos en distintas habitaciones de
un ahora convertido “cubo blanco” de su proceso de cambio. Rememorar en la sala
de exposición la época industrial de donde nace el complejo expositivo es la
palpable muestra de que los curadores habían encontrado la esencia del pensar
coaccionado del artista. Ubicar la panacea artística en su misma raíz en su
encierro original. Convertir la granja inmaterial en un lugar de culto de la
invención de sentimientos de ruptura de algo precedente para lograr lo nuevo.
Así como se quería en el Palacio de Cristal, que todos vieran como se dejaba la
barbarie por la civilidad, el artista deja lo acontecido para que todos vean
hacia dónde va o hacia dónde quisiera ir. Para convertir la granja en ese
palacio, los curadores plantan las gigantes pantallas con vivaces sonidos
envolventes. Para convertir ese hecho inmaterial en la torre que todo lo mira,
los curadores atinan a ubicar al espectador al centro de la granja virtual,
quien al “civilizarse” en tal cometido, logra esculpir las formas sonoras y
visuales en una realidad alterna en la que logra “ser mejor” y estar a la
altura del creador, visualiza entonces lo que domina aunque haya sido inducido
a ello.
Inteligencia manifiesta. Creatividad convertida en
espacio, en mediar correctamente con el inocente espectador.
Para este espectador, la obra curatorial no necesita de
texto, está presente en los hechos. Está presente la denuncia del panóptico al
presentar la muestra en un edificio como HangarBicocca en 2013 o como el
Guggenheim Bilbao en 2014.
CONCLUSION
Por lo tanto, el concepto curatorial queda manifestado
en la muestra misma de la exposición de Kjartansson,
aludiendo a las claras, desde nuestro punto vista, el complejo expositivo de
Bennet, tanto en los escenarios ubicados para ella, de carácter monumental, institucional,
tipo Palacio de Cristal; como en la sala ajustada a un panorama oscuro de
recreación virtual sonora; una alegoría de la época industrial cuando el arte
normativo se convirtió en el arte mismo y los artistas y en su secuela.
BIBLIOGRAFIA
1. García Cuevas, Andrea. The Visitors, por Ragnar
Kjartansson en Hangar Bicocca. CODIGO. Arte-Arquitectura-Diseño-Moda-Estilo.
Web. < http://www.revistacodigo.com/ragnar-kjartansson-hangar-bicocca/> 8 sept 2014.
2. HangarBicocca. Web. < http://www.hangarbicocca.org/> 8
sept 2014.
3. Kjartansson,
Ragnar. Guggenheim Bilbao. Web. <http://www.guggenheim-bilbao.es/exposiciones/ragnar-kjartansson-the-visitors-2/>
8 sept 2014.
4. Lightowler, María. Scribd.
Web. <http://www.scribd.com/doc/180975300/TONY-BENNETT-El-Complejo-Expositivo> 8 sept 2014.
5. Muscatello, Mariagrazia. Artishock,
Revista de Arte Contemporáneo. Web. <http://www.artishock.cl/2013/10/el-nuevo-romanticismo-de-ragnar-kjartansonns/ > 8 sept 2014.
6. Rueda, Santiago. La Zoología del
Museo. Web. < http://admin.banrepcultural.org/sites/default/files/zoologia-museo_0.pdf> 8 de sept 2014.
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