Acostumbrados estamos a los jardines.
Es parte de una "buena decoración " las hermosas plantas dispuestas a nuestro alrededor.
Durante un tiempo y mientras el "mantenedor" esté vigente, es un espectáculo maravilloso de color y alegría.
Pero...si el costo de mantenimiento sube, si el amoroso cuidador desaparece, un jardín se convierte en basurero.
Lastimoso, pero cierto.
Una idea distinta es el huerto.
Pensar que la belleza natural es solamente estética es pensar a la antigua.
Una nueva costumbre debe brillar en cada hogar.
Una nueva costumbre que resulta ancestral.
Rodearse de bellos huertos es lo indispensable, frente a la pandemia de la globalización alimenticia.
Disfrutar de lo bello tanto a través de los ojos, como del gusto, resultaría harto conveniente en el diario vivir.
Si algo se convierte en necesario, entonces deja de ser estético y banal.
Atentamente
Erick Bojorque
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